lunes, 22 de octubre de 2012

Día 8 | Astorga - Villafranca del Bierzo


Hoy he disfrutado de una ruta preciosa, de las que te cansan enormemente pero que cuando has llegado a la cima la sonrisa y la lágrima se entremezclan. Tocaba ascenso a la Cruz de Hierro.

Salí de Astorga sobre las 08:20 horas y poco a poco fui cogiendo el ritmo. Esta parte sí que estaba bien señalada y, además, era la más bonita de todo León y casi me atrevería a decir de Castilla y León. Subidas por senderos bien hechos, a veces teniendo que ir por la calzada pero que al final se trataban de carreteras de pueblos de montaña, donde al cabo del día pasa diez coches. Tranquilidad y naturaleza: excelente.

El ascenso no era sencillo pero un hombre en medio del camino ya me sacó una sonrisa. Me quería invitar a tomar algo. Llevaba frutas en su bicicleta, una delicia. Agradecido por siempre, de veras. Proseguí el ascenso y el Sol ya calentaba. Hoy no pasé frío gracias al truco que me dijo mi pareja Judith. Tuve las manos calientes, algo vital en este tipo de situaciones. Si ante el frío consigues mantener el calor corporal, no tendrás problemas. Si el calor corporal mengua la etapa costará cien veces más terminarla..., si es que lo logras.

Después de un par de kilómetros más, coroné la cima, llegando a la famosa Cruz de Hierro. Allí los peregrinos dejan una piedra que hayan traído consigo desde el inicio del Camino, donde la gente suele escribir deseos o nombres de personas queridas. Yo cargaba con la mía desde Saint Jean Pied de Port, con inscripciones de gente querida y apreciada por mi. Vosotros también estabais en ella :)

Después de un emotivo momento donde dejé allí la piedra procedí con el descenso, pero antes me paré en el hogar de Manjarin, donde dicen que está el último templario vivo. Martín se llama. Desgraciadamente hoy no iba vestido de templario, pero ese lugar en medio de la montaña, en la nada absoluta, estaba lleno de peregrinos. Todos paran allí aunque sea a tomar un café, zumo y galletas, cortesía de la casa, sólo piden un donativo, la voluntad, para poder seguir ofreciendo lo mismo al resto de viajeros. Además tienen múltiples recuerdos o souvenires.

El descenso recomiendan que se haga por la carretera, pues el camino antiguo está lleno de piedras y un ciclista murió en ese descenso por el camino viejo. Probé un tramo del viejo y me sacó de dudas: por la carretera. La bajada era pronunciada y de unos 16 kilómetros, y los frenos no paraban de chirriar. Por suerte las pastillas eran nuevas y aguantaron perfectamente. El paisaje era magnífico, sinceramente se parece a Galicia...

Seguí bajando, atravesé Molina, Ponferrada y luego me dirigí a Cacabelos por preciosas y diminutas poblaciones. En Cacabelos paré en el restaurante La Moncloa, donde me obsequiaron con un vaso de vino del Bierzo y un pedazo de empanada típica de aquí, diferente a la gallega pues la masa es distinta, la carne va.a pedazos gruesos y lleva patata. Vino y empanada exquisitos. Además tienen una tienda con productos típicos de la zona y souvenires. Visita recomendada, yo compré algunas cosas.

Un par de kilómetros más me llevaron a Villafranca del Bierzo, lugar estimado de llegada para el día de hoy. La etapa me ha encantado, emocionado y enamorado. Creo que si alguien no tiene mucho tiempo para hacerlo desde Francia, empezar desde Astorga es una apuesta segura, bien a pié bien en bici.

Mañana toca O Cebreiro, señor rompepiernas del Camino. Si lo supero los próximos dos días serán de paseo hasta Santiago de Compostela.

Ya se va acabando amig@s, por desgracia...


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Una de las imágenes que acompaña al ascenso a Cruz de Hierro.

Senderos de tierra bien asentada y gran vegetación. Mis favoritos.

Otro claro ejemplo de un camino idóneo para la bicicleta.

En muchas partes del Camino la gente llena de cruces alambradas y verjas durante metros y metros. Esta es mi pequeña aportación.

Una vista llegando casi a la cumbre.

Esa vaca y sus ternerillos no me quitaban ojo.

La famosa Cruz de Hierro y la montaña de piedras a sus piés.

El oasis de Manjarín. Recomendado.

Antes de comenzar el descenso una última visual.

A medio camino del descenso.

En Ponferrada.

El obsequio al peregrino de La Moncloa, en Cacabelos.

1 comentario:

  1. Encantado un día mas con las descripciones de tu Camino, me imagino la ruta como si la viera.
    Vamosss.... ya lo tienes chupado.
    Salu2

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